¿Qué es un mudra?
Mudra en sánscrito quiere decir “sello” o “anillo para sellar”, esta traducción es una descripción del movimiento invisible que resulta del gesto ya que, cuando unimos los dedos de la mano formamos una especie de anillo que permite concentrar la energía o hacer contacto con una energía en particular.
El uso de gestos ceremoniales sagrados con las manos existen representados desde hace 5000 años en el antiguo Egipto, y en otras culturas antiguas, siempre con la misma idea detrás. En el hinduismo aparecen con el nombre de mudras hace miles de años y actualmente dentro de esta tradición existen 24, es decir uno por hora del día.
Solo hay que ponerse a mirar con atención las imágenes en templos o iglesias para darse cuenta de que en todas partes y en todas las religiones hay representaciones de santos o maestros importantes haciendo distintos mudras.
Utilizar los mudras es un arte completo, lleno de simbolismo y basado en una práctica ancestral.
Algunos símbolos son simples y fáciles de recordar: la mano derecha representa el Sol, la izquierda a la Luna y cada dedo encarna un sinfín de información, acá lo más destacado:
Pulgar
Representa a Dios, el fuego, el meridiano del pulmón, el planeta Marte, la fuerza de voluntad, la lógica, el ego y el "yo superior". En el pulgar se representa nuestra esencia divina.
Índice
El éter, la garganta, el intestino grueso y el meridiano del estómago, el planeta Júpiter, el don de mando, la inspiración y la intuición, también el poder del pensamiento. En el índice se representan los distintos estados de ánimo.
Medio
El planeta Saturno, la paciencia y el control emocional, el chakra del corazón, la vesícula biliar, elemento aire. En el dedo medio se representa la energía necesaria para actuar y vivir en armonía.
Anular
El dedo del Sol, simboliza la vitalidad, la energía y la salud, el chakra raíz, la vida familiar y los asuntos del amor, serenidad y esperanza, hígado, el elemento tierra y la fuerza necesaria para protegernos y defender nuestro territorio.
Meñique
El planeta Mercurio, la comunicación y la creatividad, el segundo chakra, el "yo inferior", el elemento agua. El meñique representa nuestra capacidad para interactuar con otras personas.
El arte, la literatura y las tradiciones del mundo nos revelan la universalidad de la terapéutica a través de las manos.
En Oriente el arte terapéutico que emplea las manos ha sido asociado tanto a la medicina como a las tradiciones religiosas de oración y bendición. La postura de las manos en las diferentes estatuas de Buda parece referirse no sólo a un estado de conciencia, sino a la canalización e irradiación de una energía curativa.
Durante siglos ha sido conocido en Japón el te-ate, nombre dado a la aplicación de las manos y el tanasue-no-michi, o el tao de imponer las manos. Más conocido hoy en Occidente es el Shiatsu, fundado en las corrientes de energía descritas por la medicina tradicional china. La curación con las manos y el masaje fueron ampliamente practicados por las culturas hindú y tibetana.
En el antiguo Egipto, ya antes del 1.500 a. C., se describía el empleo terapéutico de las manos. En Grecia fue documentada desde el siglo IV a. C. por Aristófanes. En el Judaísmo la sanación con las manos se empleaba en forma de ritual para la consagración y la transmisión del poder curativo divino.
En África el empleo de las manos en la sanación se asocia a prácticas chamánicas y religiosas, difundiéndose al Caribe y a las poblaciones de raza negra en el centro y el norte de Suramérica.
En Europa la sanación con las manos se practicó en iglesias y sinagogas. Se creía igualmente que la realeza, al representar la divinidad, podía sanar con sus manos a través del toque sanador. El arte y literatura medieval nos muestran el “toque del rey” que impone sus manos sobre la cabeza de quienes buscaban sanación.
En la Europa de los siglos XVIII y XIX, el mesmerismo o magnetismo animal puso de relieve el fluido magnético de las manos y su efecto sanador. Como muchas otras técnicas fue relegada por el paradigma dominante hasta que en el mundo contemporáneo el mismo tipo de principios surge con otros nombres y metodologías.
Tanto los nativos de América del Norte como los de América del Sur practicaban la curación por el contacto manual que aún se conserva como una forma de conciliar el espíritu de la naturaleza en el hombre.
Los Shakers, una comunidad religiosa cristiana que practicaba la imposición de manos, así llamada por las sacudidas de las manos, nos recuerdan la aplicación de técnicas más modernas como las de la polaridad, que son precursoras de lo que en Sintergética denominamos “la medicina manual etérica”.
La electronografía y la fotografía de alta frecuencia han permitido describir y sistematizar progresivamente las imágenes emitidas por las manos, que varían en diversas condiciones de salud y enfermedad. Estos avances se asocian a versiones más modernas del empleo terapéutico de la energía de las manos. El conocido Reiki, que traduce energía espiritual, fue desarrollado por el doctor Mikao Usui a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Más recientemente se han desarrollado otros métodos: Mahikari, que significa “la luz verdadera” y Johrei, que puede traducirse como “purificación del espíritu”.
El toque terapéutico con y sin contacto es una técnica desarrollada en Norteamérica por Dolores Krieguer, que se enseña en el ámbito universitario y es practicada por muchos terapeutas.
Hay varios tipos de terapias alternativas para esto fines, el Reiki, la Bionergetica, El acesss bar y en lo que estoy formada la Sanación reconectiva o Reconexión como frecuencias sanadoras.
Qué es la Sanación Reconectiva y Reconexión
La Reconexión es un trabajo muy especial que hacemos por medio de Terapias Cuánticas. Reconectamos los meridianos del cuerpo con las líneas de la cuadrícula energética del planeta, las cuales nos conectan con el resto del universo. Es una apertura hacia un nuevo ancho de banda de luz e información en el que podemos interactuar con aquello que nos rodea. Es nuevo, diferente, real, y cada persona puede desarrollarlo sin límite alguno. Fue creado y desarrollado por el Dr. Eric Pearl.
La Sanación Reconectiva permite que nos reconectemos con la plenitud del Universo y con el Ser que realmente somos, debido a esa nueva gama de frecuencias sanadoras, que han despertado la curiosidad ante el ámbito médico y han sido demostradas tanto en la práctica como en laboratorios científicos.
Esta técnica innovadora y revolucionaria ayuda a restablecer la conexión que la persona enferma ha perdido con su información original de Armonía, Unidad, Perfección y Equilibrio. Se realiza habitualmente en tres sesiones, aunque también se puede haber solo dos o en una, todo depende de la receptividad y la evolución del paciente; durante estas sesiones hay algo común a todas las personas: ante las energías manifiestan “Registros”, es decir, pueden ser visibles los movimientos oculares, respiración alterada y leves contracciones musculares, etc…
Ambas terapias actúan a nivel del ADN, (reparando, modificando o alterándolo si es necesario) porque la energía circula por nuestros canales, se reparte por todo el organismo. Cuando se produce algún desequilibrio tanto a nivel físico, emocional, mental o espiritual, nuestro cuerpo lo sufre y puede llegar a enfermar si la actitud es duradera, es una llamada a que necesitamos una reorientación, un cambio.
Por este motivo el terapeuta sanador o reconectador ayuda a que este equilibrio se restablezca, y a continuación se inicia un proceso personal e íntimo de cada persona, para poder evolucionar e integrar la nueva información que ha experimentado en las sesiones, llevando a las personas al equilibrio original, realineando sus meridianos con los meridianos terrestres (líneas axiatonales).
Solo por citas.
*Varias fuentes consultadas para este articulo.
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