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Desapego. Sobre "nada me pertenece".


Vamos a ver, te hago la siguiente pregunta... que crees que te pertenece realmente? te invito a hacer el listado... luego de listo... releelo y dime que crees....?

El apego, en la etología, es una vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular, que se desarrolla y consolida entre dos individuos.


Segun Walter Riso:

"El define el apego como_

-Es un vínculo obsesivo con un objeto, idea o persona que se fundamenta en cuatro creencias falsas: que es permanente, que te va a hacer feliz, que te va a dar seguridad total y que dará sentido a tu vida. Cuando tienes un vínculo de este tipo no estás preparado para la pérdida y no aceptas el desprendimiento.


-El apego corrompe, eso te lo dirá cualquier psicólogo que haya estudiado este campo. Para mí, es el principal motivo de sufrimiento en la historia de la humanidad. Si el apego corrompe, pierdes tu dignidad, tu respeto, tus valores más esenciales. También pierdes libertad, y no puedes decidir cómo te vas a mover. Pierdes tranquilidad porque una de las características del apego es el miedo a perder aquello que deseas. Finalmente, pierdes también la alegría. Tu mente está tan metida en invertir recursos que pierde la posibilidad de disfrutar la vida con muchas otras cosas, te absorbe."


Los grandes tipos de apego en la infancia

Se han observado cuatro grandes tipo de apego en la infancia, extraídos de la observación del comportamiento de los bebés en experimentos como el de Ainsworth.

Estos tipos de apego se dividen principalmente en un único tipo de apego seguro (siendo este el tipo de apego mayoritario) y tres modalidades de apego inseguro.

1. Apego seguro

El denominado apego seguro, que se ha desvelado como el tipo de apego más habitual en la infancia, hace referencia a la existencia de un tipo de vinculación en la cual la presencia de la figura relevante permite una exploración del entorno relativamente tranquila, empleándola como un mecanismo o base segura a la cual volver en momentos de malestar o miedo. Dicha búsqueda se volverá activa de manera necesaria.

La ausencia o marcha de la figura de apego genera malestar y angustia, disminuyendo su actividad y manifestando preocupación, y su vuelta es siempre o casi siempre bien recibida. Esta búsqueda se deriva del conocimiento de que la figura de apego responderá a las propias necesidades en caso de necesidad.

2. Apego ambivalente

Un tipo de apego diferente del anterior, que entraría dentro de los tipos de apego inseguro, es el ambivalente o resistente. Este tipo de apego parte de la existencia de dudas con respecto a si la figura de apego va a responder verdaderamente a sus necesidades, no estando seguros de poder contar con su presencia.


Ello puede deberse a un contacto inconsistente en que las necesidades del niño a veces son atendidas correctamente y en otras o no son atendidas o bien no son bien entendidas, no sabiendo el pequeño qué puede esperar.

Los niños con este tipo de apego suelen mantenerse cerca de la madre o figura de apego en todo momento, en parte debido a la inseguridad, y su marcha genera un sufrimiento extremo. Pese a ello,la vuelta de esta no implica un acercamiento rápido y feliz sino un cierto rechazo y rencor ante lo que podrían llegar a considerar un abandono, aunque tienden a acercarse y buscar el contacto.

3. Apego evitativo

En este tipo de apego, también inseguro, podemos observar como el sujeto tiende a no buscar seguridad y protección en la figura de apego. Cuando se va no suelen mostrar grandes niveles de sufrimiento o miedo y su retorno no resulta especialmente celebrado, existiendo cierto nivel de indiferencia o evitación del contacto con ella.

El motivo de ello puede estar en que la figura de apego puede haberse considerado lenta o poco sensible a las necesidades del menor, especialmente en lo que se refiere a afecto y protección. Pueden sentirse no apoyados o que sus necesidades son rechazadas, lo que puede conducir a la evitación como manera de defenderse del malestar asociado a la sensación de abandono.

4. Apego desorganizado

Un tipo de apego mucho menos prevalente que ninguno de los anteriores, el apego desorganizado correspondería a una mezcla de los dos anteriores tipos de apego inseguro. Generalmente se suele observar en entornos en que las figuras de apego son a la vez positivas y negativas, fuente tanto de satisfacción como de daño. Es más habitual en situaciones de maltrato y violencia intrafamiliar.

Las conductas mostradas son inconsistentes: por un lado la ausencia de la figura de apego resulta intranquilizadora, pero a su vez puede relajarse debido a ello. Asimismo su regreso puede ser recibido con miedo o con alegría pero sin buscar la cercanía. Pueden buscar una evitación activa del contacto, o ir manifestando patrones extraños o cambiantes dependiendo de la situación .

Los estilos de apego en la adultez

Los anteriores tipos de apego están principalmente centrados en los que surgen a lo largo de la primera infancia, en interacción con la madre. Pero estos tipos de apego no se quedan igual, sino que a medida que el niño va creciendo y volviéndose un adulto el tipo de apego va generando un estilo de pensamiento y de relación interpersonal más o menos habitual.

En este sentido, podemos encontrar hasta tres grandes tipos de apego en adultos, según la investigación llevada a cabo por Hazan y Shaver en que hacían que personas adultas definieran el tipo de sentimientos que tenían en sus relaciones personales.

1. Apego seguro adulto

Alrededor de la mitad de la población tiene este tipo de apego, en el que por lo general no existe una preocupación frecuente por el abandono del entorno o por el excesivo compromiso.

En la interacción con los demás prevalece la comodidad, la tranquilidad y la confianza, siendo capaz de tener interacciones equivalentes con sus iguales y con otras figuras de apego. Se consideran merecedores de afecto y tienden a la calidez y estabilidad. La autoestima es buena, tienen independencia y buscan relaciones positivas.

2. Apego evitativo adulto

Una persona con apego evitativo va a tender de adulto a tener dificultades a la hora de confiar en los demás y a sentirse incómodo en relaciones íntimas. Generalmente los contactos suelen ser más superficiales, pudiendo existir incomodidad y dificultades a la hora de expresar aspectos profundos a los demás. Suelen ser menos sociables, aunque ello no implica que no puedan disfrutar de las relaciones. Pueden ser autorrepresivos, huidizos y aparentar frialdad.

3. Apego ambivalente adulto

El apego ambivalente se muestra en la adultez como una manera de relacionarse en la que se puede pensar que se es menos valorado de lo merecido. Las propias identidad y autoconcepto pueden estar dañadas, existiendo inseguridad con respecto a querer/no querer o ser/no ser querido. Se desea una relación íntima y profunda, pero ello puede generar a su vez una cierta reticencia y miedo. No es infrecuente que este apego genere situaciones de dependencia o codependencia, así como miedo al abandono.

Cómo Desapegarse: Pon en práctica

No estoy aquí para hacer proselitismo de fe en algo, estoy aquí para decirte que poner en práctica estas ideas puede hacer una diferencia, porque las ideas son poderosísimas, las ideas resuenan con el campo cuántico, vivir cada experiencia desde la maestría, desde el aprendizaje no desde el victimismo, sabiendo que la vida es cambio, es impermanencia, por lo tanto, cada situación en nuestra vida nos permite evolucionar a otro estado de cosas.

Cuando yo me agarro a un clavo ardiendo, cuando yo no quiero soltar, cuando yo quiero que mis hijos hagan o dejen de hacer, cuando quiero que mi jefe, cuando quiero lo que sea, estoy atentando a una ley universal que es que tienen que cambiar los demás y no tengo que cambiar yo y eso es muy importante, ahí está el apego. El apego es no soltar, el apego no tiene nada que ver con el amor. El amor ama, suelta, el amor comparte.

Esto es el desapego, el desapego es amor con lo que haces y no esperando recibir nada a cambio por lo que estás haciendo porque esto viene solo, eso viene por sí mismo, si yo estoy aquí ahora y estoy haciendo lo que estoy haciendo es porque mis circunstancias, mi forma de ver la vida me ha llevado hasta aquí, pero yo estoy desapegado a esto. Si yo mañana de repente pasa algo y todo cambia, pues haré otra cosa. El apego es creer que esto no se va a terminar nunca y que yo sepa en este mundo no se queda nadie y en este mundo todos se van y cuando uno vive con esa conciencia de desapego en la vida, solamente vive el presente porque de hecho el presente es el único instante que tenemos.


Al final tendras que aprender a desapegarte de ti!.








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